martes, 6 de diciembre de 2016

LOS MEJORES TANGOS - Pasión y elegancia


                                                                     

LOS GATOS: Amados por los budistas.

                   
Los gatos son seres libres que beben cuando tienen sed, que comen cuando tienen hambre, duermen cuando sienten sueño y hacen lo que se debe hacer en cada instante sin necesidad de complacer a nadie.

No se dejan llevar por el ego, y algo especial de estos animales según esta rama del budismo, es que los gatos aprendieron a sentir al hombre desde eras muy lejanas en el tiempo, en cambio, las personas aún no han aprendido a sentir al gato en el presente.

Son leales, fieles y afectuosos, pero sus muestras de cariño son íntimas y sutiles, y aun así, tremendamente profundas.
Solo aquellos que sepan ahondar en su interior, con respeto y dedicación, gozarán de su amor inquebrantable, pero las personas que sean desiguales o que eleven a menudo su voz para gritar, jamás serán de su agrado.

Para concluir, se sabe que no hace falta recurrir a los textos budistas para entender que los gatos son especiales, que sus miradas nos transportan a universos introspectivos, que con sus extrañas posturas nos invitan a practicar el yoga, que son un ejemplo de elegancia y equilibrio… Los queremos y hasta los veneramos y, aunque ellos mismos se crean auténticos dioses recordando quizá sus días en el Antiguo Egipto, es algo que les permitimos con orgullo.

"El tiempo pasado con gatos nunca es tiempo perdido."
Sigmund Freud.

Los Índigos no somos ángeles ni santos.



                                                     

Mis experiencias de Adulto Índigo.


Como adulta índigo, me resulta muy difícil adaptarme a un sistema. Esto me lleva a no encajar demasiado en este mundo, ver la realidad de otra manera, percibir más de lo habitual, saber con antelación las cosas, darme cuenta de todo lo que me rodea.

De niña era un gran problema para los docentes...Inteligente y mala alumna a la vez.

Otras características, es por ejemplo, estar en entre una multitud y ver a la persona que padece algún problema emocional grave, existencial o anímico. Me acerco a ella y logro al instante, que ese hombre o mujer, me cuente lo que le sucede.

Y así, he logrado quitar del camino del suicidio a más de 20 personas, de cualquier parte del mundo. Porque en mis viajes, como por arte de magia, los necesitados de ayuda, siempre estaban cerca de mí, activa o pasivamente.

En el fondo, lo que siempre intento, es ayudar a pensar, a razonar, a no seguir los esquemas que nos han impuesto.



Rita Mercedes Chio

VÍDEO POEMA: "Cuerpo de mujer" de Pablo Neruda