“Cuando alguien mata a un animal se le priva de todo lo que podría haber vivido, de sus emociones, de sus sensaciones, del contacto con la naturaleza, con sus congéneres. Si para un cazador su vida puede ser lo más importante que existe, para el animal la suya también lo es.
Pero por si no fuera poco el daño que se hace al animal víctima de los disparos, aún quedan por explicar otros hechos que suelen acompañar a la caza. Podríamos hablar de la contaminación con plomo (plumbismo), de la contaminación acústica, de apoderarse literalmente de los espacios impidiendo el tranquilo disfrute de quien quiere pasear y observar, de los cepos y venenos… Y por supuesto, de las terribles condiciones en las que viven y mueren sus perros”.
El hombre ahora CAZA por diversión, MATA por diversión, MALTRATA por diversión, TORTURA por diversión. Estamos asociando lo positivo, lo lúdico, lo placentero a la muerte y esto a nivel de supervivencia es MUY POCO INTELIGENTE.
Cazador, si de verdad te gusta la naturaleza, cambia tu arma por una cámara de fotos, quizás así empieces a amarla.