sábado, 5 de noviembre de 2016

Cartas de amor, de una monja portuguesa: Año 1669

                                               

"¡Oh!¡Pobre de mí!¡Soy digna de lástima por no poder compartir mis penas contigo y verme sola, completamente sola, ante tanta desventura!. Este pensamiento me mata y muero de terror de pensar que jamás hayas gozado lo suficiente de nuestros placeres. Ahora sí conozco la falsedad de tus sentimientos. Me engañaste cada vez que me dijiste que tu mayor placer era estar a solas conmigo. Debo sólo a mis impertinencias tus desvelos y arrebatos. A sangre fría te hiciste el propósito de iniciar este incendio en que me abrazaste toda. No consideraste mi pasión, sino como una victoria, sin que jamás tu corazón hubiera sido conmovido entrañablemente. ¿Serás tan infame y tan indelicado, como para nunca haber sabido gozar de mis éxtasis? ¿Y cómo es posible, si no fuese así, que con tanto amor no hubiera podido hacerte completamente feliz? Lloro, sólo por el amor que te tengo, las delicias infinitas que has perdido. ¿Por qué fatalidad no quisiste disfrutarlas? ¡Ah! Sí las conocieses, hallarías, sin duda, que son más deliciosas que la satisfacción de haberme engañado, y te habrías dado cuenta de que somos más felices y más tiernos amando ardientemente...que siendo amados".

Puede que las 'Cartas de la monja portuguesa' hoy no las recuerdes, pero cuando aparecieron por primera vez, en el París de 1669, obtuvieron una enorme popularidad. Se imprimieron veintiuna ediciones en seis años y se convirtieron en una referencia obligada para todos los lectores de la literatura galante.

Pablo Neruda: Poema erótico

                                 



Me gustas cuando tiemblas porque estás como intacta
y me adentro en tus sueños y mi voz te desborda.
Parece que penetren hormigas por tu cuerpo
y parece que el aire te quitase la ropa.


Como todas las rosas con el fuego te turbas,
te sujeta la tierra y mi aroma te agita.
Fiera conmovida, pareces una rosa
y parece que mi tacto entibia tus espinas.


Me gustas si jadeas cuando voy a besarte,
fiera contenida, así como con miedo
y sientes que me acerco y tu corazón late,
dejame derramarte en la boca un infierno.


Déjame que te amague con mi frutal saliva.
Cólera silenciosa, gemido suplicante,
en tu falda entreabierta te abrasas y tiritas,
dejemos nuestros labios húmedos acecharse.


Me gustas cuando tiemblas porque estás como intacta
y yo aumento en tus ojos y tu rostro en los míos.
Parece amordazarte el sudor del silencio
y parece tu cuello desnudar mi mordisco.



"Piensa en mí" Por Chavela Vargas



                                                                   

"Helmut Newton" - EL EROTISMO, LA MODA Y LA FOTOGRAFÍA

                                           
                                                     


De origen judío, nació en Berlín, en el año 1920. Compró su primera cámara en 1932 con sus ahorros, a la edad de 12 años: era una Agfa Tengor Box. La cámara venía con carrete. Sus primeras fotos fueron en el metro, y todas las fotos se velaron, a excepción de una. En 1938, justo cuando comenzó la persecución contra los judíos, abandonó Alemania hacia Singapur con dos cámaras, una Kodak y una Rolleicord. A su llegada a Singapur, la comisión encargada de recibir a los refugiados le consiguió un trabajo como fotógrafo en uno de los diarios más importantes de Singapur, el Straits Times. Es ahí donde comenzó su carrera fotográfica. Su trabajo consistía en hacer fotos para la sección de sociedad; el estilo de las fotografías de Helmut Newton no gustaba en el periódico, y fue despedido al poco tiempo.

Helmut Newton no gozaba del apoyo de su padre. Si no hubiera tenido que huir a Singapur, su padre habría insistido en que él trabajase en su fábrica de botones.

De Singapur fue deportado a Australia. Y al ser alemán, estuvo un período en un campo de internamiento. Posteriormente fue alistado por el ejército australiano hasta el final de la II Guerra Mundial. Después de abandonar el ejército, cambio su apellido Neustädter por Newton.


Después de la guerra, puso su propio estudio de fotografía en Melbourne y continuó ese punto. Es por esa época cuando conoció a la que más tarde sería su mujer, June Browne. Más tarde, para completar su formación en el campo de la moda, marchó a Londres por dos años. Dejando atrás su etapa en Londres, viajó a París para trabajar en revistas especializadas en moda como Vogue o Elle. Tras tanto viajar, es en París donde fijó su residencia habitual. Allí, su carrera como fotógrafo de moda empieza a tener reconocimiento mundial, convirtiéndose en uno de los de más éxito. Los últimos años de Newton discurrieron entre las ciudades de Nueva York y Montecarlo.
                                                 
El trabajo de Newton tiene un estilo propio que hace reconocer su obra por donde se la observe. Fotos llenas de glamour, seducción y elegancia han sido portada de las más prestigiosas revistas. Son famosas las fotos de bellas mujeres en ambientes lujosos donde algunas de ellas se han convertido en una imagen icónica del siglo XX.3 Newton fue un enamorado de la belleza, la que casi obsesivamente lograba captar como nadie con su cámara.

Para conocer parte de sus obras —objetos personales tales como cámaras, bolsas de material y artículos usados para fotografiar—, se puede visitar la Fundación Helmut Newton, Museum für Fotografie, Jebensstrasse, Berlín.

El 23 de enero de 2004, Helmut Newton muere en un accidente de tráfico en Los Ángeles.