jueves, 26 de enero de 2017

Soy tu ángel y tu pequeño demonio


Ser tu ángel, no me impide, convertirme algunas veces, en ese pequeño demonio que ansías en nuestra intimidad.

Las mujeres, guardamos muy celosamente impulsos perversos de dominación y posesión, en el arte de seducir.

Nada más grato que establecer juegos cómplices, acordados, para entrar en escena con alto grado de erotismo. Te relajas y te dejas llevar...

Y es ahí cuando la imaginación vuela entre cuatro paredes silenciosas, testigos de nuestras mieles y fragancias.

Sin pudores, sin temores...La confianza puesta en cada uno, los tiempos, la cadencia, el reloj interno marcando el momento del goce.

Dilatar la explosión final de los sentidos y dormir luego, como dos amantes, hartos de comer frutos prohibidos. 
Este sería un buen momento para volver a hacerlo... 

Rita Mercedes Chio

Algo más sobre ser una mujer Índigo: Historia personal

LOS NIÑOS ÍNDIGOS
(Historia personal)
                                                      

Ser y no saber que era una niña índigo, tuvo sus complicaciones.
Es muy probable que nacieran zurdos, como en mi caso, o ambidiestros. Las monjas no me permitieron escribir con la izquierda.
Nacemos con los hemisferios cerebrales cambiados. ( Por eso esto de cierta capacidad innata para varias cosas)
Es complicado también alimentarlos cuando nacen...Rechazan la leche de todo tipo. ( Hasta los 7 meses, sobreviví como pude)
Tienen el lóbulo frontal, levemente más grande.
Generalmente, pero no todos...Presentan estas características.
No necesitan que se les explique las cosas, generalmente, poseen un conocimiento previo.
Existen desde los inicios de la humanidad, pero aparecieron con más fuerza, luego de la segunda guerra mundial. Sus presencias, llamaron la atención en los años 60 y 70. La psicología no los tenía en cuenta, no se sabía nada de ellos.
Aprenden sólo aquello que les interesa, más allá de la inteligencia. No son buenos alumnos, yo no lo era...Pero eso confundía a los docentes, porque sabían de mis capacidades, y les pidieron a mis padres, sin saber qué estaba sucediendo, que me llevaran a la ciudad, a estudiar arte.
Los niños Índigos, los hay de cuatro clases. En mi caso, era el arte y la filosofía.
Se expresan con imágenes desde muy temprana edad.
Tienen experiencias místicas profundas
Algunos ven la luz blanca bajar de lo alto
Suelen tener tanta energía que tildan computadoras, apagan bombillas de luz, mueven objetos.
No necesariamente todos son religiosos, aún así.
Van contra el sistema
Sienten que les falta algo, aunque lo tengan todo
Son intuitivos
No se llevan bien con la autoridad.
El niño Índigo, investiga
Estudian una cosa a la vez y siguen con otra.
No tiene ídolos
En 1983, se los estudia profundamente en Alemania, Suiza, Inglaterra. Crean escuelas para ellos.
( Todo eso lo he vivido y mucho, mucho más)
Son solitarios
Cuestionan todo
No muy empeñados en formar familia
Están en contra de los dogmas y las tradiciones. Están para romper con ello.
(Esto es una síntesis...Es muy amplio el tema)
Se los denominaba niños de las estrellas, hasta que descubrieron el color índigo de su aura. De ahí su nombre.
No son ángeles ni santos.
Sienten ira con facilidad.
Odian la ignorancia y no se sienten cómodos con las personas, raras excepciones sí.
Cada uno, cumple una misión.
Los tranquiliza la naturaleza y los animales. Sienten la energía de los árboles y se comunican con las mascotas.
Rita Mercedes Chio - Adulto Índigo de la década del 50.