domingo, 14 de diciembre de 2014

MODELO EN VIVO




Tu lienzo atrapó para siempre, lo que entregué en unos minutos de locura y frenesí. Ahora son tuyos mis pechos de miel, palpitando bajo tules imaginarios. Es tuyo mi vientre, luna de abril. Resaltaste mis caderas donde sujetaste el ancla de los deseos, golfo redondo dentro de tu boca. Pálido mi rostro, descansa, luego que le hayas robado todos los colores. Y en las ocultas flores de mis muslos, lamiste un caramelo que emanaba aroma de manzanas verdes, recién cortadas.

Me haces tuya cada vez que me miras, a solas frente a un cuerpo vacío, recostado en la fragancia del óleo y la trementina. Has perpetuado un amor silencioso, para que nunca tengas que dar explicaciones. Lo que no puedes pintar, es el doloroso sentimiento de saber que nunca más, nunca más, volverás a tenerme.





Rita Mercedes Chio