martes, 16 de diciembre de 2014

DESPUÉS DEL AMOR



Después del amor, el silencio que se acuña en la carne aún sonrojada. Cual estrella será la que alumbra más que el volcán traicionero de mis impulsos. Éxtasis de almas moribundas, infragantes, oliendo a despedida temprana.

Después del amor…desnuda recorro los rincones de un universo, apagando lo que tus manos comenzaron…Melodía inconclusa adormecida en tus labios lacrados al amor.

Piernas de fuego que caen en el abismo de tu cintura, lastimándose contra la impiadosa mirada de las sombras que emergen desde mi interior.

Después del amor, un coro de ángeles que enmudece y se eleva dejando pequeñas plumas en la estrechez de una mesita de noche. Junto a mis prendas esparcidas, apenas un solo rastro de tu presencia sepia, lavanda, cigarrillos a medio fumar, cicatrices de gladiadores sobre la seda de un lecho que huele a vainilla.

No es desamor…son crisálidas petrificadas negándose a nacer. La sonrisa del miedo, la respuesta inconclusa de una respuesta que nadie hizo.

Después del amor, el canto del agua sobre cada partícula cayendo por los desagües, mi sudor y tu miel. Sábanas mojadas, una canción que se repite en la grabadora, la lluvia interna de este otoño de primavera y una rosa desvanecida, entre las hojas del libro que nunca leímos.

Después del amor…Un orgasmo en mis pensamientos, el la inocencia de la luna jugando con las sombras de amarillentas puntillas, en la sonrisa de tu retrato, en el antiguo puente que une una promesa sin sentido y mil olvidos de pie.


Rita Mercedes Chio
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