martes, 28 de octubre de 2014

“EL SINAMARRAS” - Fantasías virtuales


                                                                



Me busco en el pedacito de espejo que aún no se ha caído del botiquín. Ahí estoy…La barba crecida y sin notar al menos, si conserva una mediana simetría que enmarque el gris profundo de lo que veo parcialmente. Se desgrana sobre mi calvicie el verde esmeralda de las húmedas paredes. Canillas desangrándose gota a gota y el inodoro chorrea sarro donde alguna vez, fue blanco. Demasiado frío para bañarme hoy.

Por tercera vez reviso en gastado cuello de la camisa escocesa y decido que soportará un día más. Por internet estas cosas pasan inadvertidas.

Caramba…cuantos cigarrillos aplastados en los ceniceros… el cesto de la basura vomita papeles aboyados infectados de letras, borrones y frases rebuscadas. Bueno, por ahí, mañana mi hija se encarga de emprolijar el destruido altar de la creatividad.

Aquí en este rincón, nadie verá el verde envase del gin inglés. Enciendo un cigarro de chala y me conecto a la computadora. Cada tanto cambio la foto del perfil…aún conservo varias imágenes de los años 80, ataviado en lino color manteca y sombreo panameño impecable.

Entré al mundo de las fantasías. Noelia de Argentina dejó un rosa con brillitos en “comentarios”, Horacio de Madrid, adula mi último blog sobre “Las voces del mar”.

“Gracias por tus letras, querido amigo” – “Se te extraña SINAMARRAS” – Tienes dos pedidos de amistad - Tienes un mensaje privado –

Un buen trago y otro cigarrillo en mis dedos. Abro el mensaje más que ansioso cuando veo la foto de Amalia sonriendo incansablemente.

“ Mi adorado SINAMARRAS! sueño con los paisajes celestes de tus letras. Las gaviotas que sobrevuelan cada verso nacido en la playa de tu mirada. Eres el mar, faro, la tormenta, la calma y la nave que cierra sus ojos al anochecer. No puedo dejar de imaginar el aroma de tu ropa yodada por la brisa de mil aventuras bajo el cielo de tu misteriosa y lejana tierra. Amalia”

Tiemblan mis manos. Hace años que tiemblan. Amalia no sabe todo lo que su inocencia provoca en mí. Noches de sudores olientes, palabras que nadie escucha, placer de poseer un cuerpo que imagino a mi gusto. Éxtasis y un profundo sueño con aroma a licor y caricias sin fronteras. Todas las marcas de mis sábanas, llevan su nombre. Miro por la ventana descascarada y sin cortinas. Las gallinas cacarean sobre los espaldares herrumbrados de sillones inútiles. Se corta luz. Mierda! Siempre lo mismo en Lanús?...justo ahora que comenzaba a navegar aferrado en el lomo de sueños ajenos. Hoy, arroz hervido con dos huevos fritos. Mañana gallina con papas. No se ha cortado la luz… olvidé pagar la boleta! Ay Amalia!!!!


Rita Mercedes Chio
D. Reservados