viernes, 4 de noviembre de 2016

Herido de vida

No vengo a rescatarte,
No soy un príncipe azul
Apenas mi carne,
Guarda un color
Gris pálido
Como tus sienes.

Huelo a carretera desierta
A riña callejera
A besos hurtados
Y cervezas impagas.
Transmuto con el sol
Los días de lluvia
Y el sonido de las balas.

Prófugo de la muerte
Amo y señor de la nada
En la palma de mi mano
Ausencia amarga, las dádivas.

Pero aún herido de vida
Sangrando, como tú sangras,
Me he detenido en tus ojos
Y por debajo de tu falda.
Con hambres desconocidos
Amores de capa y espada
Voy a quedarme a tu lado
A bailar lo que tú, danzas.




Rita Mercedes Chio