domingo, 23 de octubre de 2016

El erotismo

   
Los griegos utilizaban la palabra érōs para referirse a la pasión aplicada al amor y al deseo de tipo sensual. Ese sentimiento también se representó a través del dios Eros. En la lengua española, el término erotismo connota y denota lo relacionado con la sexualidad, tanto en relación al mero acto sexual de desarrollo carnal como a sus proyecciones.

El erotismo suele verse abordado en combinación con la libido, ya que se trata de todo aquello que proviene de la zona libídica y que guarda relación con el sexo y el amor. Sin embargo, existe una especie de oposición entre el amor erótico respecto al amor que se considera marcado por el romanticismo, ya que éste se ha transformado en la asociación principal del amor en general (que posee carácter altruista y, según se cree, exalta la sensualidad).
                                     


De esta manera podríamos establecer que hoy día al hablar de erotismo lo estamos identificando con lo que es el deseo sexual y sensual mientras que el amor se considera a aquel que tiene que ver con los sentimientos, con lo profundo del alma, lo que va más allá del mero aspecto físico.

No obstante, aunque se establezcan como conceptos separados sí es verdad que al final son complementarios en muchas ocasiones. Y es que en toda relación de pareja basada en el amor al final el erotismo se hace presente pues el amor sentimental también da paso al deseo carnal, a la pasión física.

Aunque parezca extraño, el erotismo siempre está presente en la religión y en los sistemas de creencias. En el catolicismo, los textos místicos de San Juan de la Cruz incluyen una retórica que rebalsa de erotismo atribuido a la deidad. En otras religiones, por otra parte, existía una costumbre que bien podría definirse como una prostitución de índole sagrada que se extendió hasta la Grecia clásica. Tampoco puede dejar de mencionarse al popular libro del Kama Sutra, una sublimación a la sexualidad perteneciente al hinduismo.
                                            

En este sentido, tampoco podemos obviar el hecho de que cuando hablamos de erotismo también estamos haciendo referencia a lo que es la exaltación del amor físico en el ámbito artístico, ya sea literatura, cine, teatro, pintura o escultura. De esta forma, entre los muchos ejemplos de erotismo que pueden existir en estos campos podríamos destacar películas como Instinto básico (1992) o Nueve semanas y media (1986), pinturas como La maja desnuda de Goya o El baño turco de Ingres, o esculturas como El beso o El baño de Venus que pertenecen ambas a Rodin.