Estoy a punto de sucumbir
A escasos segundos de tu boca
En la cornisa de su comisura
Enajenada, dulce y pronta.
Estoy a punto alzar vuelo
Como el ave en primavera
Cuando el sol se vuelve sangre
En tu playa y en mi arena.
Estoy a punto de cerrar los ojos
Cuando caiga mi falda de seda
Y liberes dos pequeñas lunas
Mieles, manzanos y fresias.
Una gota de rocío que rueda
Desde mí frente a tus labios
Bebes mis ríos silvestres
Quiebras la noche en pedazos.
Estoy a punto de pedir tu espada
Para morirme en tus brazos.
Rita Mercedes Chio
D Reservados