domingo, 6 de septiembre de 2015

DIOS



Dios me lo ha dado casi todo
aunque ya olvidé,
aquello que me quitó
en tardes desprolijas
en el camino, no lo sé…

Me permitió
aprender del más sabio
y del ignorante,
vagas necedades,
oscuros resabios.

Me mostró los dos lados de la luna
las dos caras de la realidad
para que pueda elegir
entre la espinas de una mentira
o la tibia luz de la verdad.

Dios me regaló un corazón
a medio hacer…
y confió en aquella niña
que buscaba afanosamente
tan solo “crecer”.

Y a Dios le agradezco,
me mostrara el dolor
el sabor de las fresas verdes
en miradas ajenas
hambrientas de amor.

Hoy que no tengo, ni oro y marfiles
abundo en largas contemplaciones
para dar gracias, oraciones
para construir, livianos buriles.






Rita Mercedes Chio
(Argentina)