A contra viento, avanzo
sobre la huella de veranos olvidables,
aplastando las notas musicales
que fusionaron nuestros cuerpos
expertos en el “para siempre”.
Rastros de sudores y placer
a la vera del camino.
Un corazón herrumbrado
se detiene a la hora exacta
de tu partida.
Dicen, que allí afuera
de mi propio infierno,
aun es primavera.
Que los amantes se besan
hasta perderse en el tiempo
y los jazmines presurosos,
se acomodan en finas cabelleras
enamoradas.
Cual es la puerta?
La que dice entrada
o la que anuncia la salida?
Estoy perdida ante una hoja
llena de letras y vacía de ti.
He comenzado a desgranarme,
como un gigante de arena
a merced de la tempestad.
Y peregrina y exhausta
me arrodillo obediente
ante el rostro en acecho
de un poema en soledad.
Rita Mercedes Chio Isoird
D. Reservados
Argentina