A LA PARTIDA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ
Hubo la rosa,
bajar su mirada
en presta conciencia,
incienso y mirra
ahumando la muerte
nublando la plaga.
Nauseabundo lecho
donde posa su cuerpo
harapos de gasa,
finas memorias
en la blancura laxa.
Dios de los abriles
en el número diecisiete
puso un manto, oro y marfiles
en la humedad de su frente.
María Luisa de Paredes
secreto llanto de la alondra
Sor Juana conocerá el cielo?
o seguirá siendo tu sombra…
No hay repique de campanas
ni palomas en alto vuelo
morir de amor o de plaga
pare un poema, en consuelo.
Poema de amor bajo tierra
cenizas de la abadía
gritad los versos de Juana
antes que se enferme el día.
Rita Mercedes Chio
Derechos reservados
Hubo la rosa,
bajar su mirada
en presta conciencia,
incienso y mirra
ahumando la muerte
nublando la plaga.
Nauseabundo lecho
donde posa su cuerpo
harapos de gasa,
finas memorias
en la blancura laxa.
Dios de los abriles
en el número diecisiete
puso un manto, oro y marfiles
en la humedad de su frente.
María Luisa de Paredes
secreto llanto de la alondra
Sor Juana conocerá el cielo?
o seguirá siendo tu sombra…
No hay repique de campanas
ni palomas en alto vuelo
morir de amor o de plaga
pare un poema, en consuelo.
Poema de amor bajo tierra
cenizas de la abadía
gritad los versos de Juana
antes que se enferme el día.
Rita Mercedes Chio
Derechos reservados